Muchas personas y clientes en mis asesorías me preguntan cómo es posible recuperar el control de su vida a través del orden del hogar.
El hogar es algo tan rutinario, tan básico, que parece que apenas tenga relevancia en algo tan elevado como sanar y la felicidad.
Por qué ordenar la casa, por qué empezar por ahí y no por cualquier otra cosa.
La casa es un entorno controlado, un lugar donde es más fácil hacer cambios sin encontrar resistencia. No siempre, claro, pero sí muchas veces. Pero no es sólo por eso.
Tu casa debería ser tu refugio, tu lugar sagrado. Debería ser ese sitio en el que puedes bajar la guardia y ser tú mismo. Deberías suspirar aliviado cuando entras y te tiras en el sofá y disfrutar y recuperarte de un mal día.
¿Por qué? Porque si no es en tu casa, no va a ser en ningún sitio. Así de claro.
No hay otro sitio en el mundo en el que tengas más libertad de movimientos, más capacidad de hacer cambios, de tenerlo todo a tu manera.
No hay otro sitio como ese en el que puedas ser tu mismo. Por eso es tan importante.
Las casas son el reflejo de las personas que las ocupan. Si estás triste, tu casa estará más oscura, tendrá menos luz. No serás consciente de eso pero pasará.
Cuando estamos tristes buscamos la oscuridad, la noche, las mantas.
Si estás alegre querrás que la luz entre a raudales. Abrirás las persianas con fuerza y correrás las cortinas.
Si eres caótico o estás deprimido, tu casa estará abandonada, igual que tu mente y si eres fuerte, disciplinado y seguro de ti mismo tu casa lo reflejará también.
Empieza por cosas pequeñas, esas que puedas hacer tú solo y para las que no necesites a nadie.
Celebra tus pequeñas victorias. Es importante que seas consciente de tu éxito, que lo veas.
Ten paciencia.
Tu casa será un hogar, será fácil de mantener, te librarás de esa carga que oprime tu pecho. Confía en ti porque tú puedes!
Un Abrazo
Jeannette
Consultora de Organización de Espacios
Fundadora de Hogarnizarte
El método de Orden que simplificará tu vida.
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